El gobierno de Donald Trump aseguró que las medidas contra la FDA buscan achicar la fuerza laboral federal por el déficit fiscal.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) fue objeto de una reducción significativa de su personal este fin de semana, como parte del esfuerzo de la administración del presidente Donald Trump por disminuir el tamaño de la fuerza laboral federal que va de la mano con políticas ultraderechistas de achicar y achicar al Estado para privatizarlo todo.
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Decenas de empleados recién contratados, encargados de la supervisión de ingredientes alimentarios, dispositivos médicos y otros productos, fueron despedidos abruptamente.
Según tres funcionarios de la FDA, quienes hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato, los recortes afectaron principalmente a los centros de la agencia dedicados a alimentos, dispositivos médicos y productos de tabaco. Sin embargo, hasta el momento no se ha confirmado si los despidos también incluyen a quienes revisan medicamentos.
Trump despide a empleados de la FDA
El viernes, el Departamento de Salud y Servicios Humanos anunció la eliminación de 5 mil 200 puestos en periodo de prueba dentro de varias agencias, incluyendo la FDA, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). En los CDC, cerca de mil 300 empleados fueron notificados sobre sus despidos, afectando principalmente a personal en periodo de prueba, aunque se confirmó que no se incluyó a médicos e investigadores clave en el rastreo de enfermedades.
La FDA, con sede en Maryland y cerca de 20 mil empleados, ha sido un blanco recurrente del secretario de Salud, Robert Kennedy Jr., quien ha acusado a la agencia de obstaculizar la innovación médica y de no aprobar tratamientos alternativos como los psicodélicos y la terapia de quelación. Kennedy también ha abogado por la eliminación de numerosos productos químicos y colorantes en los alimentos, lo que podría haber influido en los recortes de personal en la agencia encargada de evaluar la seguridad de nuevos aditivos alimentarios.
Expertos y exfuncionarios de la FDA han advertido sobre las posibles consecuencias de estos despidos. Peter Pitts, ex comisionado asociado de la FDA durante la administración de George W. Bush, señaló que prescindir de empleados recién contratados podría afectar la capacidad de la agencia para mantenerse al día con los avances tecnológicos y científicos.
“Se requiere sangre nueva, con ideas frescas y un enfoque actualizado sobre tecnología”, afirmó Pitts.
Mitch Zeller, ex director de la FDA para tabaco, calificó los despidos como un intento de “desmoralizar y socavar la fuerza laboral federal”. Además, alertó que esta medida podría “destruir la capacidad de reclutar y retener talento” en la agencia.
La reducción de personal también podría tener un impacto en las inspecciones de seguridad, una labor que ya estaba bajo presión tras las salidas de empleados durante la pandemia de COVID-19. Se desconoce si los inspectores de la FDA fueron afectados por los recortes, pero la agencia ya enfrentaba un retraso de aproximadamente 2 mil instalaciones que no han sido inspeccionadas desde antes de la pandemia. Este retraso ha sido duramente criticado en los últimos años, especialmente tras incidentes relacionados con la contaminación en fórmula infantil, alimentos para bebés y gotas para los ojos.
Gobierno de EU recorta presupuesto a escuelas
Por otra parte, el equipo de Musk informó que el Departamento de Educación ha rescindido 89 contratos y 29 subvenciones vinculadas a la formación en diversidad y equidad. La mayoría de estos recortes afectan directamente a la cartera del Instituto de Ciencias de la Educación, impactando iniciativas como la Innovación e Investigación Educativa y el What Works Clearinghouse, una fuente clave de estudios sobre mejores prácticas educativas.
Musk defendió públicamente los recortes federales, argumentando que “tenemos un déficit de 2 billones de dólares y si no hacemos algo al respecto, el país irá a la quiebra”. En una inusual conferencia junto a Trump, el empresario respondió a las críticas asegurando que él es “un libro abierto”, aunque bromeó diciendo que el escrutinio sobre su gestión es como “someterse a un examen de proctología a diario”.