El gobierno de Donald Trump buscará eliminar programas que protegen a las minorías raciales y a la diversidad de género y sexual.
En su primer día de regreso al cargo, el presidente Donald Trump firmó una controvertida orden ejecutiva que redefine oficialmente el concepto de sexo en el gobierno federal de Estados Unidos, limitándolo exclusivamente a “masculino” o “femenino”. Esta medida tiene implicaciones significativas para las personas transgénero, intersexuales y no binarias, afectando su reconocimiento en documentos oficiales, acceso a espacios y derechos fundamentales.
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La orden ejecutiva establece que el sexo será determinado exclusivamente al momento del nacimiento y registrado en documentos oficiales como pasaportes. También incluye cambios en las políticas de asignación de cárceles y acceso a tratamientos médicos. Por ejemplo, mujeres transgénero serán alojadas en prisiones masculinas, mientras que hombres trans serán enviados a penales femeninos.
Además, la atención médica que afirma el género, como tratamientos hormonales y cirugías de reasignación, será suspendida para las personas trans en prisiones federales, donde actualmente hay casi 2 mil 300 reclusos transgénero.
“Es un ataque directo a las personas trans y su derecho a existir”, denunció Oslavia Linares, activista y especialista en derechos humanos. Linares también destacó que la definición de sexo en la orden ejecutiva ignora la evidencia científica, incluida la existencia de personas intersexuales y la complejidad biológica del género.
La medida de Trump también incluye la abolición de los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en las agencias gubernamentales. Estos programas, vigentes desde los años 60, surgieron para combatir la discriminación en el ámbito laboral y promover la participación de mujeres, personas racializadas, LGBTQ+, y otros grupos históricamente marginados.
Trump exige traslado de presas trans a prisiones para hombres
Trump argumenta que los programas DEI han promovido una supuesta discriminación inversa contra hombres blancos, heterosexuales y cisgénero. Según el presidente, su eliminación dará paso a una “verdadera meritocracia”.
No obstante, estudios como los del Centro de Investigación Pew indican que 56 por ciento de los trabajadores considera positiva la diversidad en el ámbito laboral, mientras que la mayoría opina que ser hombre blanco representa una ventaja en el lugar de trabajo.
Cientos de empleados de programas DEI en el gobierno ya han sido enviados a periodos vacacionales, anticipando despidos masivos en los próximos días.
Varias compañías han ajustado sus políticas para alinearse con la nueva administración. Amazon, Walmart y Meta han eliminado sus iniciativas de diversidad e inclusión. Sin embargo, otras empresas, como Costco, JP Morgan Chase y Apple, han reafirmado su compromiso con la diversidad, aunque esta última ha enfrentado críticas por la relación de su CEO, Tim Cook, con Trump.
La orden ejecutiva ha provocado indignación entre organizaciones defensoras de derechos humanos y especialistas legales. Sarah Warbelow, directora legal de Human Rights Campaign, advirtió que las medidas podrían ser impugnadas en tribunales, ya que varias órdenes judiciales protegen el acceso de personas trans a tratamientos médicos y otros derechos.
“El sexo no es un rasgo binario e inmutable”, afirmó Kellan E. Baker, director del Instituto de Investigación y Política de Salud de Whitman-Walker, refutando las afirmaciones científicas de la orden.
Regresión en materia de Derechos Humanos
La nueva política federal representa un retroceso en el reconocimiento de la diversidad sexogenérica y los derechos laborales de minorías. A través de medidas como estas, la administración de Trump refuerza su visión ultraderechista y polarizante, centrada en lo que denomina una “realidad biológica” que excluye a miles de personas de sus derechos básicos.
Las implicaciones de esta orden no solo afectarán a la comunidad LGBTQ+, sino que también abren la puerta a la discriminación en otros ámbitos, revirtiendo décadas de avances en inclusión y equidad.