Con el aumento de las enfermedades infecciosas varios gobiernos han adoptado medidas preventivas ante una posible pandemia.
En 2024 se registró un significativo incremento en la propagación de enfermedades infecciosas. Esto se debe, entre otros factores, al cambio climático, la disminución en las tasas de vacunación y la aparición de nuevas variantes de patógenos.
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La empresa de pronóstico de enfermedades Airfinity, con sede en Londres, ha realizado un análisis preliminar que resalta la necesidad de un enfoque renovado y una respuesta global coordinada para abordar estas amenazas sanitarias.
Enfermedades infecciosas que podrían ser una amenaza en 2025
Uno de los casos más alarmantes ha sido el aumento de los casos de dengue, que alcanzaron un nuevo récord de más de 13 millones en los últimos días de diciembre. Esta cifra representa más del doble del total registrado el año pasado, con infecciones casi triplicadas en América Central y del Sur.
En 2024, el dengue cobró la vida de casi 10 mil personas a nivel mundial, lo que remarca la urgencia de medidas preventivas y tratamientos eficaces.
La tos ferina, también conocida como tos convulsa, experimentó un incremento importante, con cifras casi diez veces superiores a las de 2023. Este aumento es consecuencia de la baja cobertura de vacunación en diversas regiones.
Otras enfermedades como la mpox, la fiebre de Oropouche y la poliomielitis también mostraron una preocupante tendencia al alza.
H5N1, el virus que podría desencadenar la próxima pandemia
El subtipo H5N1 de la gripe A, conocido como gripe aviar, ha generado particular preocupación alrededor del mundo, ya que podría representar una amenaza grave en 2025.
Este virus puede infectar a los humanos, y este año se han registrado 61 casos en Estados Unidos, un aumento drástico comparado con los dos casos documentados en las Américas en los dos años anteriores.
La mayoría de estas infecciones humanas están vinculadas al contacto directo de trabajadores agrícolas con ganado infectado y al consumo de leche cruda. Con una tasa de mortalidad del 30 por ciento entre los humanos infectados, el H5N1 está escalando en la lista de prioridades de los funcionarios de salud pública.
No obstante, en su forma actual, este virus no puede transmitirse de persona a persona. Esto se debe a que los virus de la gripe necesitan adherirse a receptores siálicos específicos en las células humanas para replicarse. Esto reduce considerablemente el riesgo de una pandemia.
Sin embargo, una sola mutación de este virus podría facilitar su propagación entre humanos, por lo que varios gobiernos han comenzado a adoptar medidas preventivas ante este escenario.