Las autoridades de El Paso se centrarán en combatir delitos bajo su jurisdicción, no en perseguir a la población migrante.
El recién elegido alcalde de El Paso, Renard Johnson, dejó en claro que las autoridades locales no participarán en las redadas migratorias ordenadas por el presidente Donald Trump, y destacó que el Departamento de Policía de El Paso (EPPD) no tiene los recursos ni la obligación de hacer cumplir las leyes de inmigración federales.
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Tras su toma de posesión como presidente de Estados Unidos, Trump autorizó a las autoridades migratorias a realizar redadas en lugares previamente considerados como “protegidos”, tales como iglesias, hospitales y escuelas, sin necesidad de contar con una orden de cateo.
Esta medida marca el fin de una política del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) que, hasta ahora, había restringido las operaciones migratorias en estos espacios para evitar generar temor o interrumpir servicios esenciales.
Trump ordena redadas contra migrantes
En un comunicado, Trump destacó que la decisión busca empoderar a los agentes migratorios para cumplir con su deber de capturar y deportar a inmigrantes indocumentados, a quienes calificó como “criminales extranjeros”.
Esta acción da cumplimiento a una de las promesas clave de la campaña presidencial de Trump, que lo llevó de vuelta a la Casa Blanca, y refuerza su postura de mano dura contra la inmigración irregular.
La política permitirá que las redadas se realicen sin limitaciones en lugares previamente resguardados por el DHS, lo que acelerará los procesos de detención y deportación.
Grupos defensores de los derechos humanos y organizaciones religiosas han condenado la medida, bajo el argumento de que atenta contra la privacidad y seguridad de las comunidades más vulnerables, además de generar miedo y desconfianza en lugares destinados a ofrecer refugio y servicios esenciales.
Alcalde de El Paso rechaza redadas de Trump
Ante este escenario, el alcalde Johnson respondió que las autoridades de El Paso no participarán en las redadas ordenadas desde la Casa Blanca, y reafirmó su compromiso por salvaguardar la integridad de la población migrante.
“Quiero que los habitantes de El Paso sepan que somos una ciudad segura y que continuaremos siéndolo”, afirmó.
Por su parte, el jefe de policía, Peter Pacillas, respaldó las declaraciones del alcalde y enfatizó que el EPPD seguirá centrado en combatir delitos bajo su jurisdicción, como el tráfico de personas, el narcotráfico y otras actividades criminales.
“Trabajamos juntos para determinar quién es la mejor entidad para hacer cumplir la ley y obtener la mejor persecución. El Departamento de Policía de El Paso no aplica leyes de inmigración”, aseguró.