El GIEI abandonará el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa debido a que la Sedena se niega a proporcionar la información correspondiente.
Carlos Beristain, miembro del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), reveló otro punto crucial del sexto y último informe sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa: la actuación de la Secretaría de Marina en el caso.
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Durante una conferencia en la que estuvo acompañado de Ángela María Buitrago, Beristain expresó su preocupación sobre la manera en que los miembros de la Marina llevaron a cabo detenciones y torturas a varios detenidos.
Según sus declaraciones, basándose en estas torturas, se construyó la llamada versión histórica del caso en colaboración con la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y la Procuraduría General de la República (PGR).
GIEI acusa a Marina de cometer tortura en caso Ayotzinapa
El experto señaló que el GIEI ha tenido información sobre un operativo de inteligencia clasificado, en el cual participó un grupo especial de inteligencia del que se sabe muy poco. En este operativo, se realizaron detenciones y torturas, y como resultado, se identificó la muerte de dos personas.
Sin embargo, aún no se ha podido determinar la identidad de estas víctimas más allá de una fotografía.
Beristain informó que se ha descubierto que la Semar llevó a cabo monitoreo de comunicaciones y presentó una fotografía que muestra a dos cuerpos con vendas en las manos.
Esta evidencia plantea interrogantes que deben ser analizados y verificados, ya que se desconoce qué sucedió con otras cinco personas asociadas a la imagen.
Además, se resaltó que hay aspectos de la actuación de la Sedena que no se han revelado previamente. En particular, se hizo referencia a un video de un dron que mostró cómo la Secretaría tuvo una actuación ilegal el 27 de septiembre de 2014.
Se reveló que el escenario del basurero de Cocula en Guerrero, donde se construyó la “versión histórica” del caso, involucró una intervención previa de la Marina que no había sido informada hasta el momento y que se encontró en un video secreto.
El experto detalló que, aunque no hay información que indique la intervención de la Marina en la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014, sí hubo una acción de la dependencia inmediatamente después, y a partir del 28 de septiembre participaron en cuestiones de seguridad perimetral, asegurando lugares para la realización de diligencias.
En particular, se mencionó el papel de los buzos en el Río San Juan, municipio de Cocula, donde se encontró una bolsa oficialmente el día 29 de septiembre de 2014, que contenía los restos de Alexander Mora.
El GIEI también expuso que descubrieron la visita de Tomás Zerón, quien fue titular de la Agencia de Investigación Criminal, con un detenido el 28 de septiembre, lo cual fue incluido en su segundo informe.
“Ejército se movilizó de varias maneras durante desaparición de normalistas”
El GIEI ha presentado su sexto y último informe, en el cual asegura que el Ejército se movilizó de diferentes maneras durante la noche de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014, en contradicción con lo manifestado en entrevistas anteriores.
Ángela Buitrago y Carlos Beristain, miembros del grupo, expusieron un análisis de telefonía que detalla los movimientos realizados por los elementos militares en el municipio de Iguala, Guerrero, durante la fatídica noche.
Según Buitrago, los militares tuvieron comunicación con el C4 de Iguala en diversos momentos y también estuvieron presentes en el Palacio de Justicia de la localidad.
“Niegan los monitoreos, pero encontramos 16 documentos que hacen referencia a los movimientos”.
Por su parte, Carlos Beristain afirmó que el análisis de las comunicaciones telefónicas en las horas críticas de la desaparición revela cómo se movieron algunos actores de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), incluidos elementos de inteligencia.
GIEI señala colusión del Ejército con el narcotráfico
Carlos Beristain expresó su preocupación por la falta de claridad en la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y señaló la existencia de una intencionalidad que ha obstaculizado el esclarecimiento de los hechos y la búsqueda de justicia.
Beristain hizo hincapié en la participación oculta del antiguo Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) en el caso, afirmando que ha mantenido su implicación en secreto.
El experto acusó a algunos mandos y elementos del Ejército de colusión con el narcotráfico, lo que, según él, explicaría su comportamiento en relación con la desaparición de los estudiantes.
“A pesar de la voluntad política inicial, cuando se llegó al núcleo duro de la verdad, de nuevo prevaleció el ocultamiento”, afirmó Beristain.
Asimismo, el investigador lamentó las dificultades que ha enfrentado durante la investigación, describiendo cómo la negación de acceso a documentos y a la verdad por parte de instituciones como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y el CISEN ha dificultado su labor.
Beristain resaltó que este comportamiento corporativo compromete la búsqueda de la verdad y perpetúa una serie de mentiras acumuladas en el caso.
Para lograr la justicia que exige este caso, el experto insistió en la necesidad de que la Fiscalía General de la República opere con independencia y profesionalidad, sin enfrentar obstáculos por parte de personas que pudieran estar involucradas en los hechos.
Ángela Buitrago también expresó su preocupación por el impacto psicológico que tienen las acciones que niegan la verdad del caso sobre los familiares de los normalistas desaparecidos.