Rusia e Irán coincidieron en que los países occidentales no deben someter a otras naciones, ni desestabilizar a la región.
Los presidentes de Rusia e Irán acordaron suscribir un acuerdo de asociación global de cara a los desafíos que traerá la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
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Rusia e Irán comparten mucha historia; tras el colapso de la Unión Soviética, Moscú se convirtió en un socio clave de Irán. Además, en 2015, Rusia formó parte del acuerdo que ofreció alivio a Teherán ante las sanciones económicas que enfrentaba, derivadas de su programa nuclear.
Ambas naciones también unieron esfuerzos para sostener al gobierno de Bashar Assad durante la guerra civil en Siria. Cabe señalar que, justo el año pasado, Irán se unió al bloque Brics.
Rusia e Irán firman acuerdo ante llegada de Trump
Vladimir Putin y su homólogo iraní, Masoud Pezeshkian, firmaron un acuerdo que incluye alianzas en distintas áreas, tales como comercio, cooperación militar, ciencia, educación y cultura.
Pezeshkian resaltó que la firma del acuerdo formará una base sólida para el crecimiento de ambas naciones y señaló que la presencia de fuerzas externas en sus territorios, en franca alusión a Estados Unidos, únicamente causaría graves tensiones y desestabilizaría a la región.
Por su parte, Vladimir Putin señaló que los acuerdos con Irán tienen objetivos ambiciosos destinados a disminuir los efectos de las sanciones occidentales. Destacó que a ambas naciones les une la idea de que los estados occidentales no deben someter a otros países.
“Necesitamos menos burocracia y más acciones concretas. Sean cuales sean las dificultades creadas por otros, seremos capaces de superarlas y avanzar”.
Ambas naciones se comprometieron a fomentar el comercio de hidrocarburos; por ello, Putin informó que las obras de un posible gasoducto para llevar gas ruso a Irán avanzaban y que, pese a los retrasos en la construcción de nuevos reactores nucleares, Moscú estaba abierto a asumir potencialmente más proyectos nucleares.
“Las partes promoverán el desarrollo de vínculos a largo plazo y mutuamente beneficiosos con el fin de realizar proyectos conjuntos en el ámbito del uso pacífico de la energía atómica, incluida la construcción de instalaciones de energía nuclear”.
Abas Araqchi, jefe de la diplomacia iraní, señaló que los acuerdos con Rusia van encaminados a construir un nuevo orden que suponga un contrapeso a Occidente:
“Es un paso hacia la creación de un mundo más justo y equilibrado. Irán y Rusia, conscientes de su responsabilidad histórica, están construyendo un nuevo orden”
