Las armerías en EU están haciendo grandes negocios con el crimen organizado de México al suministrarle más de 200 mil armas al año.
Agentes fronterizos de EU aseguraron un importante arsenal de fusiles AK-47, también llamados cuernos de chivo, en el paso fronterizo ubicado en Nogales, Arizona. Estas armas tenían como destino nuestro país.
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En un comunicado de prensa, Michael W. Humphries, director de la aduana mencionada, informó que, como parte de una inspección de rutina, los elementos de la guardia fronteriza detuvieron un camión de carga en el que hallaron 42 fusiles.
Las autoridades estadounidenses no informaron ni el origen de las armas ni para qué zona del país serían enviadas.
Estos esfuerzos son parte de las negociaciones bilaterales entre México y EU que obedecen a la estrategia que implementó el secretario de Estado, Marco Rubio, para combatir el tráfico de armas hacia nuestro país.
“Ellos nos están pidiendo ayuda para mantener las armas fuera de las manos de los cárteles”.
México y EU, dispuestos a cooperar para combatir al crimen organizado
Desde el inicio de la administración Trump, ambos países han puesto sobre la mesa las problemáticas y posible solución dentro de un marco de cooperación.
El pasado 12 de febrero, Marco Rubio sostuvo una conversación con el secretario de Relaciones Exteriores de México, Juan Ramón de la Fuente, en la que se abordaron los principales temas de interés para la relación bilateral.
Rubio y De la Fuente hablaron sobre las estrategias a implementar para reforzar la seguridad en la región fronteriza, desmantelar a los cárteles del narcotráfico, detener el flujo de fentanilo y frenar el tráfico de armas.
Es ese rubro en el que más énfasis ha hecho el Gobierno de México, debido a que esas armas que proceden de armerías estadounidenses terminan en manos de los distintos grupos del crimen organizado, amenazando la seguridad en el país.
Cabe señalar que, en 2021, México interpuso una demanda ante la Corte de Massachusetts en contra de ocho armerías de EU, para frenar las más de 200 mil armas que ingresan cada año al territorio mexicano de manera ilegal.
Uno de los objetivos del gobierno mexicano es demostrar que las empresas armeras no han adoptado tecnologías que impidan el uso de sus armas por personas no autorizadas, que toleran ventas múltiples a compradores con vínculos criminales y que utilizan estrategias de marketing dirigidas a grupos delictivos en México.