El presidente AMLO dejó en claro que la alimentación de los mexicanos es lo más importante, por lo que el maíz transgénico no volverá a consumirse más.
El presidente Andrés Manuel López Obrador publicó un nuevo decreto con el que busca prohibir el uso de maíz transgénico para la fabricación de masa o tortillas, alimento vital en la cultura de las y los mexicanos.
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De acuerdo con la información difundida en el documento, se busca revocar todos y cada uno de los permisos que se han dado para el uso y liberación al ambiente de semillas de maíz genéticamente modificadas para su consumo humano.
Asimismo, el decreto del Gobierno de México puntualizó que a partir de este momento tampoco se concederán nuevas autorizaciones, pues evidentemente lo que se busca es vetar para siempre este tipo de alimentos en el país.
¿Cuáles son las razones para vetar al maíz transgénico?
Como resulta evidente, la razón principal es la salud de las y los mexicanos, pues es casi imposible encontrar un hogar que no consuma tortillas o maíz, por lo que se requiere que este sea de la mejor calidad.
Otra de las razones importantes para vetar a los transgénicos es el contribuir a la seguridad, soberanía y protección del maíz nativo y todo aquello que lo rodea a esta actividad con la que día a día muchos mexicanos se defienden:
- La milpa
- La riqueza biocultural
- Las comunidades campesinas
- El patrimonio gastronómico
- La salud humana
AMLO va también contra el herbicida glifosato
Por otro lado, el documento establece también anular las autorizaciones existentes de permisos para la importación, producción, distribución y uso del herbicida glifosato, el cual es dañino para la salud.
Este invento químico se comercializó por primera vez en la década de 1970 bajo el nombre de Round’Up. Desde entonces y hasta 2014, este herbicida ha dejado residuos dañinos que permanecen en los cultivos de todo el mundo, causando cáncer, dolor y muerte.
Finalmente, el decreto de López Obrador fijó un periodo de transición para remplazar el glifosato en la agricultura con límite hasta el 31 de marzo de 2024, es decir, este será su último año completo.
Parte del decreto dicta lo siguiente:
“Las alternativas que se implementen para la sustitución gradual del uso, enajenación, distribución, promoción e importación del glifosato y de los agroquímicos utilizados en nuestro país que lo contienen como ingrediente activo, deberán permitir mantener la producción agrícola y resultar seguras para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente y libres de sustancias tóxicas que representen peligros agudos, crónicos o subcrónicos.”
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Portada: El Político
Autor: Irving Sánchez/@irvingsannz
