Caro Quintero obtuvo su libertad tan solo seis meses después de que Aristóteles Sandoval le entregara a Peña Nieto la carta del capo mexicano.
Tras la captura de Rafael Caro Quintero, la información que concierne a su persona continúa surgiendo y ahora ha salido a la luz que el capo recibió la ayuda de Aristóteles Sandoval, exgobernador de Jalisco.
Y es que en 2013, el narcotraficante mexicano solicitó al entonces presidente Enrique Peña Nieto interceder por él para obtener su libertad después de varios años de haber estado recluido.
Lo anterior, por medio de una carta que habría sido entregada por el ya mencionado Aristóteles Sandoval, quien fungía como máxima autoridad del estado en el que estaba recluido: en el penal de Puente Grande.
Dicho relato lo dio a conocer Elizabeth Castro Cárdenas, directora operativa de la Industria Jalisciense de Rehabilitación Social, quien aseguró que ella fue quien recibió primero la carta de Caro Quintero.
Posteriormente, entregó personalmente el escrito al hoy fallecido Aristóteles Sandoval para que fuese enviada al titular del Poder Ejecutivo.
Parte del escrito de Caro Quintero decía lo siguiente:
“Señor presidente de la República, Enrique Peña Nieto: Yo, Rafael Caro Quintero, llevo 28 años y no recuerdo cuántos días y meses privado de mi libertad por estos delitos, los cuales ya pagué. Le pido que me dé mi libertad. Ya pagué lo que me están diciendo que le debo a la justicia y ahora le toca a la justicia hacerme justicia y le pido que me apoye mi liberación, porque es más lo que se dice de mí que la realidad”.
¿Cuál fue la respuesta de Peña Nieto?
Por otro lado, Elizabeth Castro Cárdenas contó que Caro Quintero lloró demasiado cuando se le informó que la carta ya la tenía el presidente, pues ansiaba salir en libertad para vivir su romance con Diana Espinoza Aguilar, mejor conocida como La Diva.
“Cuando conoció a Diana y después de que eran marido y mujer lloró; me pidió después que si le podía conseguir un cirio y una bendición papal, mi mamá fue al Vaticano y le trajo una bendición papal, un cirio y lloró muchísimo ese día; y la tercera vez que lo vi llorar ‘como Magdalena’ fue cuando le dije que su carta ya estaba entregada al presidente”.
Y aunque el narcotraficante Caro Quintero nunca obtuvo una respuesta en papel, tal parece que sí la recibió de otra forma, pues curiosamente tan solo deis meses después de dicha carta, obtuvo su libertad.
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Fotos: Twitter
Portada: El Político
Autor: Irving Sánchez/@irvingsannz