Aunque Alito afirmó haber tenido reuniones para fortalecer la relación México-EU, el gobierno reiteró que eso le compete a la SRE.
Hace una semana, el dirigente nacional del PRI, Alito Moreno Cárdenas, realizó una visita a Washington, D.C., centro del poder político estadounidense y sede de organismos multilaterales.
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A través de sus cuentas oficiales en redes, el priista informó que sostuvo encuentros privados con diversos “liderazgos” para advertir sobre los riesgos que, según él, la reforma judicial impulsada por el gobierno federal representa para la continuidad del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Sin embargo, nunca especificó con quién se reunió ni si dichas citas se llevaron a cabo en el Capitolio o simplemente en un café de la avenida Pennsylvania.
De regreso en México, Moreno Cárdenas difundió entre sus operadores políticos la versión de que su visita a Washington tuvo un propósito más concreto: gestionar un encuentro con Terry Cole, el recién designado director de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) por el presidente Donald Trump. No obstante, no se ha confirmado que la reunión haya tenido lugar.
El senador priista mantiene una relación cercana con el actual secretario de Estado, Marco Rubio. En 2021, cuando Rubio era senador republicano, Moreno Cárdenas le proporcionó información sobre una supuesta injerencia del narcotráfico en las elecciones intermedias de México.
Posteriormente, a finales de 2024, lo visitó en Miami. En su círculo cercano, Alito suele atribuir a estos contactos el hecho de que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, no haya logrado encarcelarlo, a pesar de sus intentos.
Las versiones sobre los viajes de Alito Moreno a Washington
El líder priista ha promovido en las últimas semanas la creación de la figura de un “zar antidrogas” en México, un cargo que, según fuentes cercanas, él mismo busca ocupar.
Su propuesta contempla que dicha figura concentre las decisiones sobre seguridad y tenga facultades específicas para coordinar el combate al tráfico de drogas sintéticas, especialmente el fentanilo.
Desde el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena, esta iniciativa ha sido calificada como una cortina de humo para desviar la atención del inminente juicio político que podría enfrentar Moreno Cárdenas en la Cámara de Diputados.
Las acusaciones en su contra se remontan a su gestión como gobernador de Campeche y están relacionadas con presuntos actos de corrupción.
“Hay algunos asuntos que no entendemos bien por qué se declararon con anticipación y, desde nuestro particular punto de vista, sin competencia, como finiquitados, y al no existir un dictamen aprobado por la Comisión Jurisdiccional de la pasada legislatura. Es nuestra opinión legal que no tendrían por qué darse por concluidos”, declaró el presidente de la Comisión Jurisdiccional de San Lázaro, el diputado morenista Hugo Eric Flores, sobre el caso de Alito Moreno.
Dirigentes morenistas afirmaron de manera categórica que ninguna comunicación con gobiernos extranjeros puede entablarse fuera de la Cancillería de México.
Subrayaron que, en la actual administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, los canales diplomáticos en materia de seguridad están estrictamente coordinados por el Gabinete de Seguridad.
En contraste, el PRI respondió a estas críticas y destacó que la cooperación que desde hace años han mantenido los líderes de la oposición mexicana, incluido Alito Moreno, con la Organización de Estados Americanos (OEA) bajo la dirección de Luis Almagro.
Argumentan que esta relación ahora podría fortalecerse aún más tras la desaparición de los fondos de la USAID en México.