El SAT del presidente AMLO ya recaudó 113.4 por ciento más recursos que todo el sexenio anterior a través de auditorías fiscales.
A pocos meses de que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador concluya, es normal que las comparaciones en torno al sexenio anterior salgan a la luz, siendo una de las más importantes la recaudación que se llevó por medio del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
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Y es que una de las promesas de campaña del tabasqueño fue el hecho de que haría cumplir con el pago de impuestos a los grandes contribuyentes, pues dichos fondos serían necesarios para cubrir los gastos de los diferentes apoyos ciudadanos planeados y de las magnas obras que estaban por hacerse.
Ante dicho contexto, se puede decir que en este rubro el presidente López Obrador obtuvo una “palomita”, pues casi triplicó la recaudación que se registró en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la cual concluyó con 1.2 billones de pesos por vía auditorías, es decir, se captaron cerca de 200 millones de pesos anuales.
Lo anterior parecería ser una cifra considerable; no obstante, a muchos de los grandes contribuyentes se les condonaron millonarios impuestos y unos cuantos más hicieron caso omiso de las autoridades correspondientes y no cumplieron.
Auditorias a grandes contribuyentes aumenta recaudación del SAT
Sin embargo, todo eso se terminó con López Obrador, quien a dos meses de dejar el cargo, lleva 3.4 billones de pesos en recaudación por auditorias, lo que representa 2.2 billones de pesos más que en el sexenio anterior, o en otras palabras, un crecimiento real del 113.4 por ciento.
De estos recursos, un billón 380 mil 812 millones de pesos se obtuvieron por auditorías a grandes contribuyentes, un billón 56 mil 576 millones de pesos por auditorías a pequeños y medianos contribuyentes, mientras que por promoción del cumplimiento se obtuvieron 945 mil 962 millones de pesos.
Para lograr esto, el SAT y el Gobierno Federal programaron auditorías con un enfoque más asertivo y con menor tiempo de fiscalización de hasta cinco ejercicios fiscales anteriores; además, se incentivó la autocorrección y el cobro oportuno.
Asimismo, el SAT optó por la eliminación del rezago de créditos fiscales y la depuración de la cartera; así como por el reforzamiento en gran medida de la verificación de la aplicación de saldos a favor de impuesto al valor agregado (IVA).
Es así que el plan implementado se basó en lo siguiente:
- Auditorías para evitar planeaciones fiscales agresivas
- Incrementar la percepción de riesgo en los grandes contribuyentes
- Certidumbre jurídica al contribuyente
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Portada: El Político
Autor: Irving Sánchez/@irvingsannz